"La libertad no es gratis", gritaba en Egipto un manifestante
mientras huía de los golpes de los militares estos días de protestas. Y
tenía razón. Diez muertos y más de 500 heridos en tres días respaldan su
afirmación.
Pero la represión del Ejército sobre los manifestantes ha dejado otra
víctima colateral que no sangra ni grita pero arranca lágrimas de
frustración: el incendio del Instituto Egipcio que albergaba la más
importante colección de mapas y manuscritos del país y en el que se
conservaba la copia original del Description de L'Egypte, los 24
volúmenes repletos de ilustraciones que Napoleón encargó a un grupo de
científicos que le acompañaron durante su campaña en el país del Nilo.
Anoche los jóvenes manifestantes trataban de salvar del incendio
algunas de las casi 200.000 obras que guardaba. 30.000 fueron rescatadas
del fuego, según declaró Zein Abdel-Hadi, responsable de las
bibliotecas y archivo egipcios, al diario egipcio Al-Ahram. El resto,
reducido a cenizas, se pegaba hoy a la ropa y el rostro de los que
miraban sin terminar de creerse la tragedia.
"Desde lo alto de esas pirámides, cuarenta siglos os contemplan".
Estas palabras de Napoleón a sus soldados han pasado a la historia
ligadas a una de las maravillas del mundo antiguo. El francés comprendió
pronto que el país que pisaba en los últimos coletazos del siglo XVIII
no era comparable a otro. La campaña fue un paseo, pero el legado que el
militar dejó permaneció intacto hasta la noche pasada. Bonaparte fundó
en 1798 el Instituto de Egipto a semejanza del Instituto nacional de
Francia, con Gaspard Monge como presidente, el propio Napoleón como
vicepresidente y Joseph Fourier y Costaz como secretarios. El Instituto
aprovechó el trabajo de académicos y expertos técnicos de la Comisión de
las Ciencias y las Artes y promovido el desarrollo de Egipto con el fin
de apoyar a la expedición militar francesa. Un año después de su
fundación el Instituto tomó la decisión de recopilar y publicar sus
trabajos académicos como la Description de L'Egypte.
Más de 160 científicos y 2.000 artistas participaron en la creación
de la obra. El primer volumen publicado estaba consagrado a las
antigüedades. Hasta 1824, se publicaron otros nueve tomos y once
volúmenes que reúnen 974 láminas grabadas sobre cobre de las cuales 74
son a color. En esta obra magna se hizo acopio de gran cantidad de
documentación sobre los monumentos de Egipto, pero también acerca de la
fauna y la flora, los minerales, los habitantes, sus costumbres y
hábitos, su agricultura y el comercio, las técnicas así como la
topografía. La obra culminó con la edición de un Atlas. La calidad de
sus tipografías, grabados y dibujos convirtieron estos volúmenes en una
de las obras más valiosas y reconocibles de principios del siglo XIX.
El ministro de Cultura egipcio, Abdel Hamid, describió el incendio
del Instituto Egipcio como una "catástrofe para la ciencia", y ha
anunciado la "formación de un comité de especialistas en la restauración
de libros y manuscritos, cuando las condiciones de seguridad lo
permitan". Algo que parece difícil cuando los principales disturbios a
estas horas, con intercambios de bombas incendiarias se desarrollan en
la acera de enfrente del destruido Instituto de Egipto, justo en el
edificio de la Universidad Americana, la antigua tabacalera egipcia, un
palacio construido en 1860.
Fuente: El País
http://www.elpais.com/articulo/cultura/incendio/durante/disturbios/Cairo/destruye/original/
Descripcion/Egipto/encargada/Napoleon/elpepucul/20111218elpepucul_1/Tes
http://www.elpais.com/articulo/cultura/incendio/durante/disturbios/Cairo/destruye/original/
Descripcion/Egipto/encargada/Napoleon/elpepucul/20111218elpepucul_1/Tes
Reseña: Víctor Rivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario